Nos ha sorprendido la edificación en si, tanto exterior como interior, la limpieza y el mantenimiento que requiere un edificio como ese. La habitación amplia con dos estancias, los exteriores requieren un mantenimiento casi diario, fuimos en otoño y es cierto que en esta época la naturaleza cambia, pero está preciosa. El desayuno perfecto y las instalaciones supercuidadas. Aún así, lo que quiero destacar por encima de todo es la calidad profesional y humana de toda la gente que trabaja allí. Sin duda , lo mejor.
El hotel ofrece una serie de servicios que no tiene, el restaurante cerrado, cafeteria cerrada, piscina cerrada, spa cerrado. Solo desayunos. Encima la habitacion tenia chinches, lo cominique a recepcion y no hubo alternativa, en consecuencia no dormimos
